Santo Domingo.-El
presidente de la Fundación Cuidemos el Planeta, Reyes Guzmán, afirmó que la quema
de neumáticos constituye una terrible amenaza al ambiente y un daño fatal a la
salud, debido a la liberación de gases y partículas tóxicas. Lamentó que por
desconocimiento todavía hay movimientos y grupos que en sus protestas queman
gomas, sin tomar en cuenta que lo único que logran es aumentar la contaminación
y mandar a hospitales y clínicas a personas con diversos problemas de salud. El
material que se utiliza en la fabrican de neumáticos incluye productos
altamente químicos como polímero, azufre, cloro, cromo, níquel, plomo, talio, zinc,
cadmio y talio, que al ser sometidos a la combustión sus componentes liberan
compuestos en forma de nubes de gases y partículas sólidas.
“No se puede protestar para afectar la salud y contribuir al terrible daño
al planeta. Quemar gomas es considerado como delito en muchos países y los
responsables enviados a la cárcel por varios años. El humo negro contiene
sustancias nocivas que producen irritación a la piel, ojos y membranas mucosas,
trastornos en vías respiratorias, inconvenientes al sistema nervioso,
afectaciones cardíacas y cáncer”.
Guzmán hizo los
señalamientos al participar como conferencista en el Auditorio de la
Universidad Católica Nordestana, invitado por el Sindicato Nacional de
Trabajadores de la Prensa Filial Duarte.
Exhortó a dejar la práctica
de incinerar neumáticos en las protestas,
en negocios que los usan como generadores de combustibles y en los
establecimientos que le extraen metales de acero revestidos de cobre.
“Los componentes vistos
como nubes están cargados de gases y tienen partículas que alteran el
equilibrio atmosférico, que provocan
altas temperaturas. El viento esparce
la ceniza y muchas veces afecta las capas del suelo, lo que reduce la
productividad. Es tiempo de parar la quema de gomas para tener un planeta más
sano”.
Reyes Guzmán también propone
un efectivo ordenamiento del tránsito, con calles y avenidas convertidas en una
vía, un constante sincronismo de los semáforos y una mejor labor de la
Autoridad Metropolitana de Transporte, la que en los últimos tiempos no logra
hacer respetar la ley 241, permitiendo que conductores crucen semáforos en
rojo, transiten vía contraria y doblen a
la izquierda en avenidas como la Winston Churchill y la 27 de Febrero con
Abraham Lincoln. Si no hay orden en el tránsito existe un mayor consumo de
combustible y por lo tanto más contaminación ambiental.
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